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san jorge – 30cm
¡Guerrero sagrado!
29,90 €
Impuestos incluidos
san jorge – 30cm
La imagen de san jorge – 30cm en resina (más conocida como “marfinite”) forma parte de nuestra colección de imágenes católicas.
Esta imagen de San Jorge – 30cm mide unos 30-31cm de alto y representa a San Jorge a caballo atravesado por el dragón (demonio).
Los colores y las dimensiones reales de la imagen de San Jorge – 30 cm pueden diferir de la perspectiva y la proporcionalidad mostradas por la configuración de su pantalla y nuestra edición de fotos.
Breve resumen resumen de la vida de San Jorge
Aunque no hay mucha información histórica sobre San Jorge, este santo guerrero nació en la antigua Capadocia, en una zona que hoy pertenece a la República de Turquía. Siendo muy joven, se trasladó a Palestina con su madre tras la muerte de su padre en combate. Su madre, de Palestina, Lida, provenía de una familia adinerada y brindó a su hijo una buena educación. Siendo adolescente, el joven entró en la carrera militar y rápidamente fue ascendido a capitán del ejército romano por su celo, su compromiso, su coraje, su maestría y sus habilidades tácticas y militares. Estas cualidades llevaron al Emperador a otorgarle el título de Conde de la Provincia de Capadocia. A la edad de 23 años, se convirtió en Tribuno Militar en la corte imperial de Nicomedia.
Durante este período, su madre murió y Jorge, al reunir las grandes posesiones que pertenecían a su madre, se trasladó a la corte del emperador Diocleciano.
En 302, el emperador Diocleciano emitió un edicto ordenando que todos los soldados romanos que fueran cristianos fueran arrestados y obligando a todos los soldados a jurar a los dioses romanos haciéndoles las ofrendas adecuadas. Jorge se enfrentó al emperador, presentando sus objeciones y ante todos se declaró cristiano. No queriendo perder a uno de sus mejores tribunos, el emperador trató de disuadirlo ofreciéndole tierras, dinero, títulos y esclavos. Pero ante la irreductibilidad de Jorge, el emperador lo hizo torturar para que renunciara a su fe. Pero Jorge, después de cada tortura, reafirmó su fe y devoción, ganando notoriedad entre los romanos. Su fuerza de voluntad y su fe se hicieron tan distintas y notorias que, ante su dolor y sufrimiento, la propia esposa del emperador se convirtió al cristianismo. El emperador Diocleciano, viendo frustrados sus esfuerzos y su voluntad, lo hizo decapitar el 23 de abril de 303 en Nicomedia.
Los restos de San Jorge fueron transportados a Lida, la ciudad donde creció con su madre. En esa ciudad fue enterrado y más tarde el emperador cristiano Constantino mandó construir un suntuoso oratorio para que todos los fieles rindieran homenaje y devoción al santo guerrero, ayudando a difundir el mito de San Jorge.
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